I
Una noche soñé que un cuervo
con pico de oro
entraba a mi casa.
Al otro dia en la mañana,
no encontré a la cotorra en su jaula.
II
Una vez un cuervo
quiso hacerse el gracioso
y golpeó a la puerta
de un viejo mesón.
Fue su último chiste:
El posadero practicaba la taxidermia.
III
Ayer mientras con voz grave
y misteriosa leía “El cuervo” de Poe,
mientras repetía con tono de ultratumba
la eterna frase: “Nunca más, nunca más”,
me sorprendió la voz de mi loro que decía y decía:
“Hoy es siempre todavía.”
Buen chiste, buen poema.
ReplyDeleteGracias, Zoe. Tratando de divertirme un poco. Saludos.
ReplyDeleteCada vez que veo cuervos, muy a menudo, a diario, y los oigo graznar, también con mucha frecuencia, pienso en el poema de Poe, y en qué c...se estarán diciendo los cuervos entre ellos, porque es innegable, creo, que se comunican.
ReplyDeleteAhora agregaré tu poema, Ernesto.
Los cuervos claro que se comunican, Isis.
ReplyDeleteSaludos.