Salgo en la noche fría a podar las plantas.
Me pongo los guantes y corto las ramas
que sobran, con mucho cuidado,
como quien sólo desea herir lo necesario.
Me impacienta ese verdor persistente
de las frutas que se toman su tiempo en madurar.
¿Será que desean una perfección que se
ajuste a mi cuidado?
© Ernesto González, 2009
como quien sólo desea herir lo necesario...
ReplyDeleteMe quedo con este verso, Ernesto, y los frutos te responden, igualmente.
Saludos
Gracias, Veronica. Ese verso me gusta tambien. Saludos
ReplyDeleteMadurar toma su tiempo, en los frutos y en la vida misma. Todo a su tiempo, teachersito.
ReplyDeleteAsi es, Johanna. Saludos.
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