Todo el
vacío cabe en un grano de arroz,
dimensión
del fuego que se disuelve,
asuntos
del fin que se eternizan,
parto
de las muertes que se ensanchan.
Hubo un
dios. Hubo una luz en la caverna.
Paso
del pez en el rio que fluye,
nadador
en la nada del todo.
Una
moneda sin valor cae al suelo.
No hay
ruido, solo movimiento,
ciclos
que se funden en otros ciclos.
La sal
despierta estos extraños sabores,
el eco
es un mundo fugaz en la distancia,
dios es
aquel que salva, aquel que divisa
la luz
entre los escombros de la sombra.
Dios es
aquel que busca el vacío es un grano de arroz.
Ernesto G.
24 de marzo de 2014
24 de marzo de 2014
No comments:
Post a Comment