He comprado una jaula donde cabe mi cuerpo,
mi cuerpo entero, mi pene, mi lengua, mis testículos,
he comprado una jaula, soy un prisionero feliz,
me masturbo, semen en los barrotes,
soy un prisionero feliz, no voy más allá
de estos límites.
He comprado una jaula, he hecho una inversión,
barrotes de oro, jaula de cedro, he puesto dinero
en comprar toda esta felicidad. ¡Mi dinero!
Soy un prisionero feliz.
© Ernesto G., 2013