POEMA
He aquí que escribo.
Palabra que sale a pelear.
¿Por qué ha de ser femenino el verso?
Vomito.
Siento el calor de mil amaneceres.
He saboreado el sabor de tu sexo.
Sabor, saber, cuenca húmeda.
Es de noche.
Puedo reírme ahora de todos los payasos.
No con ellos, sino de ellos.
Subo al ring.
Quien da primero da dos veces.
Ah, ¿y por qué ha de ser femenino el verso?
© Ernesto G., 2013