Saturday, April 26, 2014

MIRADA

Todo es sol y torbellino,
luz y desaliento,
sordas miradas en lo oscuro,
Dios que sabe y dinamita.
Pon tu sed en mi garganta,
Pon el eco en esta voz.
Tú, mirada, y más mirada,
ojos que posan su lengua
en la mía, en la mía que no mira
porque es ciego su brillo
en la caverna: así de sutil
es el fuego en el que arde.


© Ernesto G.

PALOMAS

                               a Ernesto Pérez Chang

Ha caído la tarde,
ha caído el hombre:
la estatua de la luz,
la estatua del héroe:
oh, palomas siniestras,
estiércol del ave de la paz.
Oscuro es el conjuro de su vuelo.
© Ernesto G.

SINTAXIS DEL GOCE

Protegido por el dios,
el hombre asiente: tarde ha llegado al ruedo,
discordia y resonancia, sintaxis del goce,
una rosa marcada por las llamas de la cruz:
aroma, arena, descanso, sustantivos del todo.
Jugar más allá de los ecos,
asentir, ser la eterna frase incompleta,
un verbo adherido a la conjunción displicente:
juntar silencios en marea baja,
imprecisa disposición de las estrellas:
una mano fría es el desvelo,
la noche regresa a develar pergaminos:
la historia  es un eco silente,
ya nada protege al hombre, 
ya nada protege al dios.

 © Ernesto G. 

Friday, April 25, 2014

HASTÍO


No es un festín, es un desgano,
baile mudo tan paquidérmico,
tango y sus melodías sepias,
tan gardelianamente,
el amor, un camino que va hacia ningún sitio,
una casa en el bosque, abandonada:
su leña húmeda en el invierno.
No vine a cantar esas melodías,
desafino en los tonos dulces:
tan intuitiva la razón como una coraza,
tan filosófica
su humanidad como un golpe.


 © Ernesto G. 

Sunday, April 20, 2014

SITIO

Todo por tu gracia dado,
todo por tu gracia, señor.
Alud de sol aquí y hoy,
noches de mar y calma,
veleros en la brisa gris,
ramas y ramos de sal,
rocas, arrecifes, sangre.
Todo por tu gracia
otorgado, señor,
cantos dormidos
en el ojo de la furia,
furia yo y todos aquí,
sitio sitiado por sinsontes,
sedienta su música incesante,
sitio este y oeste, sur y norte,
sitio al fin de estar, señor,
sitio de estar, señor.
De estar.


© Ernesto G.

HOMBRE Y DIOS

No son las aguas que son
ni es el ruido que es
ni el soplo que hubo
ni el fuego que ardió
ni la luz que vino.
No son los aguas que son,
mar abierto, rima con tropo,
cuchillo juez en la noche,
¿dónde posarse?
¿dónde dormir?
¿dónde abrir la boca
y hablar y comer
y bendecir?
¿dónde buscar las sílabas,
Dios tú y tan todopoderoso,
Dios tú y tan todos los días?
Hombre yo al fin, tan minúsculo,
tan disuelto en las aguas que son,
tan silente en el ruido que es,
tanto intento de fuego
para llegar a la luz.


 © Ernesto G. 

Saturday, April 12, 2014

OFICIO


Los dioses de los dioses han cruzado los brazos, se han tendido sobre la arena: consumación de la fe, ciclo difuso de apariencias deshilvanadas.  Labor de ciervo, dados que codifican el desasosiego sintáctico: solo es posible la luz que emana del relámpago: cada sesgo debe ser explorado minuciosamente. Infierno o claridad, el vástago es la hoja, un eco sublime se derrama, toma la forma de la vasija dejada a la intemperie.  Ser el eco o hacerlo, permanecer con las manos atadas, desarticular una imposible sintaxis en busca de la síntesis: sacerdote que narra los colores inflamados de la memoria.

CANTO



Repetir el canto, alejarse de los caminos: debajo de un árbol, percibir ciertas geografías. El mapa del tiempo, no un calendario: la infancia de un pez que tuvo un gato blanco que perdió los ojos en su primera batalla contra el mal. Un verso nació de aquella travesía: descubridor que fue descubierto, ungido por las aguas de un río de rocas. Alejarse de sí mismo fue el primer capítulo: hubo una danza en sus manos y la dejó caer y cayó junto a ella y fueron los dos polvo en las ventanas, esa capa fina que es apenas perceptible. Repetir el canto en la bruma, repetirlo eternamente, ser fugaz como su armonía. Armar nuevos mapas: ser los ojos del gato de la infancia.

Ernesto G.

LOS DISCÍPULOS

Los discípulos bendecidos por la maldición de la forja: vienen de lejos a cavar. Débiles cuerpos, bocas hambrientas: han ejercido su derecho de ausentarse de la vida: algo los llama: un lenguaje insistente, trazos de una imagen incompleta, círculos concéntricos, algebra, códigos, raras armonías de la persistencia. Extraña manera la suya de cavar en las rocas: un canto ciego los acompaña.

ABRIL


Es abril, es abril en el tiempo, es abril en el espacio: el hombre regresa, es lúcido su verbo, la carne  su sintaxis definitoria: amar los cuerpos, amarlos sobre las olas una tarde cualquiera, amarlos y bendecirlos, ser sangre de su sangre, penetrarlos hasta decir: he tocado la luz.