Lo que recuerdo ahora es el olor a madera húmeda. El piso de cemento verde. Las tejas que fueran rojas alguna vez, allá en los años treinta cuando construyeron la casa. Recuerdo muchas veces el hambre. ¿Quién que haya sentido ese dolor en el estómago, esa ansiedad indescriptible (aquí debiera ir un adjetivo mejor que no viene), pudiera olvidarla? Hay días en que sueño que nunca he salido de ahí, que sigo siendo el mismo, que sigo estando en el mismo lugar. Mi casa de ahora se convierte así en la casa de siempre.
8 comments:
Se siente el espacio...el tiempo. Cuanta nostalgia!
Gracias, Dánae, por la visita. Saludos.
me encantaron esos olores...muy bueno!
Gracias, anonimo.
creo que llegue desde twitter, muy interesante tu sitio, lo incluyo en mi blogroll. gracias.
Bienvenido, Lazaro. Saludos.
MUY BUENO, Ernesto.
Un saludo.
David
Gracias, Don David. Disculpa que no haya salido el comentario automaticamente. Le tengo puesto moderacion a los comentarios sobre posts que tengas mas de 10 dias publicados o algo asi para poder enterarme de que me dejan comentarios en ellos. Saludos.
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