Algo ha muerto en la mañana que recién termina.
Una puerta se ha cerrado. Un silencio ha encontrado
sus múltiples ecos. Manos a la desobra.
Un pie se apoya en el vacío.
El otro espera. Tienta las sombras.
Dibuja equilibrios.
Los ojos a la hoguera.
Los ojos a la hoguera.
Respirar la vaciedad.
Edificar un laberinto.
Desprenderse de la parábola
y tomar vida,
algo tan universal y transparente.
Un minuto de silencio donde guardar todos los ruidos.
© Ernesto González, 2010
Foto: Elizabeth G.
4 comments:
Muy bonito Ernesto, yo diría hasta sublime... pero esperemos que no sea cierto.
Gracias, Laberintos.
nice!
me parece muy bien.
un saludo, man.
un gusto haber dado contigo allí.
Gracias, Garrincha. Saludos.
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