Busco en el fondo
la luz.
Alguien me ha dicho que allí
habitan seres que palpitan.
Debo creerle.
Debo entender esa suma
como una fracción de mis costillas.
Debo aprender ciertos fuegos
que nunca supe prender.
Debo dormir madrugadas silentes,
cocidos los tímpanos,
calmadas las furias de la inocencia.
Alguien me dice que allí
habitan seres que palpitan.
Debo creerle
porque me quedan pocas cosas
que creer.
Debo creerle porque ella vino sin que
yo se lo pidiera.
Pero también entiendo que
la sorpresa es a veces algo muy bien calculado.
Multiplico restas que se adicionan a lo que divido.
Divido las sumas que he restado a lo que se multiplica.
Multiplico las restas que no asumo.
Adiciono múltiplos que no se dejan dividir.
Debo creerle porque me ama
aunque soy su perfecto desconocido,
ese que llama cuando no funcionan las cosas
y el sol calienta pero no quema
y la luz arde pero no alumbra.
Debo creerle porque he cabalgado su sombra
con placer algunas tardes que vuelven siempre
a la memoria como mitos innombrables.
Debo creerle
porque si no
qué hago.
© Ernesto González, 2009
6 comments:
Quien fuera ella!
n
exactamente cierto, así es, debo quererlo porque sinó, qué será de mí
Excelente poema. Y el cierre es un mazazo.
N, muchas quisieran haber sido Annabel Lee, no? Saludos.
Saludos, Susana.
Gracias, David. Se extrañaban sus visitas. Saludos.
Bello, querido Ernesto.
Muchas gracias, Isis. Saludos.
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