Cuando se es adolescente (ya lo dice la palabra, los que adolescen), se escriben poemas muy dramáticos sobre el amor o la imposibilidad de tenerlo. Es que uno se cree que se acaba la vida al comprobar que la muchacha de tus sueños de pronto se convierte en la muchacha de tus pesadillas. Yo fui uno de eso adolescentes febriles que se enamoraban todo los días y escribían trágicos poemas sobre su angustia de rechazados.
Cuando ya dejaron de rechazarme, empecé a escribir sobre otros rechazos.
Aquí les dejo uno de esos terribles, francamente malos, poemas de mi casi niñez.
Mira qué cosas tiene el amor
animal raro
carne y alma
fuego y agua
sol y fango
te escondes como un niño que juega
te sabes todas las risas
todos los llantos
nunca pareces saciar
tu hambre de bestia y pluma
de hueco y cima
Eres--me dicen, lo sé--
un boomerang
mira que jodes
4 comments:
Tengo algunos como esos.
Creo que muchos los tenemos. Tu y yo lo hemos confesado. Alguien mas?
Pero me da pena botarlos, finalmente, hacíamos algo por la poesía; al tiempo ella nos respondió.
A mi me sucede lo mismo. Hay que ver esos poemas como ejercicios para practicar, pero tambien tambien muchos tienen un valor sentimental.
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