Cierras el libro y abres los ojos.
Miras a tu alrededor.
Te sorprende lo que no has vivido.
Te sorprende el olor que llega,
la luz que entra sin permiso.
Has llegado tarde al juego.
Has comprado las entradas
con el dinero que se usaba ayer.
Lo que sabes no te salva.
Lo que has vivido no es suficiente.
Te atreverás a morir
y ya no tendrás miedo.
© Ernesto González, 2009
2 comments:
Hermoso, Ernesto, me parece también que es un poema sencillo y tranquilo entre la ficción y ¿la realidad?
Con mis saludos,
Verónica
Mucha ficcion en el poema, como has notado, Veronica. Y la tranquilidad es siempre intencional. Gracias por la visita y el comentario.
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