Nadie vendrá esta noche a cercenar las sombras.
Nadie escribirá su nombre en el mármol.
Nadie inaugurará historias.
Nadie romperá copas.
Cada trago tendrá su imagen, su proyección en el mapa.
Yo regresaré después de haber permanecido,
edificaré alucinaciones, dibujaré un arco,
moveré la diana, lanzaré la flecha con los ojos cerrados,
me sumergiré en el sonido mudo de la imprecisión.
© Ernesto González, 2009
2 comments:
Este poema es espléndido y al mismo tiempo sedante.
De regreso? Gracias.
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