Sunday, November 8, 2009

La fábula del muro

Había una vez un país donde construyeron un muro muy grande para que los ciudadanos no se vieran tentados a escapar. El gobierno ayudaba así a la gente a sentirse felices con lo que tenían, por muy poco que fuera. Algunos ciudadanos, los mas débiles, a veces se enfermaban y les daba por saltar el muro. Les entraba una extraña obsesión de averiguar qué había del otro lado. El gobierno, siempre preocupado por la salud de la mayoría, evitaba a toda costa que esos ciudadanos lograran su cometido. No porque del otro lado existiera un mundo mejor sino porque querían evitar que los ciudadanos del país vecino se contagiaran y les diera también por saltar el muro. Ese salta y salta era peligroso. Había que castigar a los trasgresores de la manera más radical posible. Además, ¿qué sentido tenía construir un muro y no castigar a los que intentaran saltarlo?

Un día sucedió algo muy extraño. Los ciudadanos, habiendo entendido después de muchos años y de muchas muertes que saltar el muro era ilegal, decidieron derribarlo a golpe de mandarrias. Así, al no haber muro, no era ilegal saltarlo. ¿Cómo podría ser ilegal saltar algo que no existía? Esa fue la primera pregunta. Después vinieron muchas otras.

4 comments:

Armando Añel said...

Ernesto, si le quitas las palabras de verificar, seguramente va a haber comentarios extra, porque tu blog lo amerita. La gente anda muy de prisa en estos tiempos...

Ernesto G. said...

Gracias por el consejo, Añel. Lo puse porque por un tiempo habia unos comentarios spams en chino que no paraban. Pero voy a quitar las palabras de verificar. De veras no habia pensado en eso. Saludos y un millon de gracias.

Zoé Valdés said...

Bello texto.

Ernesto G. said...

Gracias, Zoe.