Desde Suiza, "El Beno" me envía otra colaboración. La foto que acompaña el texto también es suya.
Saara Alakorva es una joven sámi de Finlandia. Los sámis son llamados erróneamente “lapones” y una de sus actividades principales es la cría de renos. Saara vive al norte del círculo polar, así que, cuando algún turista ingenuo, irresponsable o amante de placeres congelados llega allá por error y le pregunta la dirección de Santa Claus, ella responde: “cien kilómetros al sur”.
Vino a Ginebra como parte de un plan de formación para los pueblos llamados originarios. En el día mundial de los indígenas, una celebración fue organizada en una agradable “Maison de la culture” de nuestra Roma protestante. Hubo los discursos de rigor, los documentales desgarrado(re)s de costumbre, los mismos esnobistas fatigados balanceando preguntas inútiles. Luego Saara cantó. No quiso micrófono. Se situó en una esquina de la sala, como si deseara permanecer invisible. Cerró los ojos. De algún lugar lejano, seguro que no era la sala, no podía ser posible, llegó la voz. Sólo una frase, o una palabra, o una sílaba larga repetida. Siempre la misma, pero siempre distinta, subiendo y bajando, desgarrando el sentido, abriendo otros que no tenían nada que ver con la semántica. Sonidos estallando en la melodía ¿pero era una melodía? Fonemas despidiendo calor como en una fisión atómica del lenguaje. Era casi visible, esa larga cinta sombría e iridiscente que le brotaba de todos los resonadores del cuerpo, dulce y terrible, todo el cuerpo transformado en instrumento, flauta, trompa, viola, tamboril. Como diciéndonos: puesto que la palabra será siempre engañosa, ¿por qué no asesinarla con una puñalada de pura voz? Pues toda carga racional que queremos forzar en el lenguaje es inútil, todo intento de comprensión vano, sólo cuenta la sensación que nos permite vislumbrar a través del muro. Eso decía su canción, su lamento, su grito.
¿Cuánto duró? No podría decirlo. Una hora, diez minutos, muchos años quizás. Me dejé atrapar y la noción del tiempo despareció. Acaso atravesé los siglos, como ese monje asido por el canto del ave misteriosa quien, luego de haber vislumbrado el paraíso, “cae” y es quemado por diabólico e involuntario vencedor del tiempo. Que de pronto regresó, aplastante, banal, con el silencio y los aplausos histéricos.
Cuando la gente se marchó nos fuimos a beber algo. No osaba confesarle que no encontraríamos ni ambrosía ni hidromiel. Pero pidió una coca-cola. Nunca una bebida me pareció más irreal.
10 comments:
no se porque el comentario del beno me recordo a la pelicula "cocdrilo dundee" cuando en medio de la nada en australia, los protagonistas se disponen a comer y el le brinda a ella una iguana y otro bicho de esos junto con una fruta y ella piensa algo como: bueno, supongo que esto es lo que toca.
luego le pregunta a el y el tipo, que se suponia era el cazador de cocodrilos y hombre salvaje (como se ve a los australianos en el mundo este del antiguo imperio ingles), le dice que a el no le cuadraba eso mucho y que se iba a comer lo suyo...y saca unas latas de comida como las de cualquier supermercado
el "canedian"
Canedian, me he reido mucho con tu comentario. Saludos.
Muy simpático el comentario, canedian. Nos trae un poco del aire fresco de la pradera australiana.
Pero bueno, como dijo un tipo hace dos mil años, lo que importa no es lo que entra por la boca, sino lo que sale de la boca (con ciertas excepciones, claro está).
Saludos.
ElB
El Beno, que siga el humor. Muy bueno.
Me gustó mucho la anécdota que cuenta el Beno. La voz misma de la artista, tan irreal, mostrando tanto lo inarticulable y sublime... pues, se calma con una miserable coca cola... Menos mal!
Saludos, a los dos,
Verónica
Saludos, Vero.
El Beno beneficia a este blog con su presencia sabatina.
Hola Verónica, gracias por tu comentario. Et oui... todos humanos (y a cada uno según su sed..lo que no excluye las sorpresas del canto). Y bueno, sabemos quién inventó a Santa Claus tal y como lo conocemos en la publicidad.
Muchos saludos,
ElB.
Gracias, Ernesto. Es un placer
ELB
saludos ernesto y tambien al beno. no habia leido hasta hoy domingo...hoy ando con un poco de sonsera, anoche fui a un concierto de musica irlandesa y eso aqui en terranova tiene raices muy fuertes. no fue la musica lo que me puso asi sino el obligado volumen de alcohol que generalmente acompana estas celebraciones :)
pasen buen domingo!
el "canedian"
Canedian, tranquilo que yo he pasado por eso tambien. Saludos y no deje de comentar, curda o no.
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