Tuesday, April 8, 2008

El sabor de la literatura


Cuando descubrió el sabor de la literatura, estuvo un año escribiendo sin parar. Cada minuto traía un nuevo poema; cada día, un nuevo cuento; cada mes, una nueva novela. Pensó que nunca se le agotaría esa terquedad creadora. Sin embargo, un día al levantarse se sintió extraño. No supo determinar qué le había sucedido. Ni siquiera lo sospechó. Fue a su cuarto y buscó papel y tinta. Trató de escribir. Nada. Golpeó la pared. Nada. Se sentó de nuevo a la mesa. Volvió a intentarlo. Nada. Se había agotado como escritor. Estaba muerto. Era el fin. Buscó por toda la casa cada cosa que había escrito. Las reunió. Las organizó por temas. Decidió que, de ahí en adelante, no iba a escribir sino a leer lo que había escrito. Escogería las obras a leer guiándose por su estado de ánimo, justo como seleccionaba los temas sobre los que escribía cuando aun disfrutaba de ese raro privilegio. De escritor paso a lector y así estuvo hasta que un buen día se quedó sin qué leer y se metió un tiro en la cabeza.

2 comments:

Anonymous said...

oyeeeeeeee, terrible! pero muy bueno, borgiano
la danáide

Ernesto G. said...

Gracias, la danaide.