Tuesday, December 2, 2008

16 y Primera

Una cucaracha muerta sobre el asfalto. El mar que ruge, lleno de un odio inútil. El viento que mueve las ramas, pero que no llega a romper cristales. La nostalgia que trae memorias nunca olvidadas, recurrentes, inevitables. La música, siempre la música, que me encierra en un círculo, que me avisa de futuras nostalgias. El silencio que lo trae todo, que recrea sucesos inextinguibles, que anuncia ruidos interminables. La tristeza, de nuevo la tristeza. Y la esperanza, ya débil, casi muda, polvorosa, alimentándose apenas, mostrando sus escasas victorias, siendo cuando ya nada ni nadie son.

2 comments:

Verónica said...

Es hermoso lo que has escrito, ¿cómo puedes expresar así, tan bien, ese sentimiento de tristeza, de recuerdo y nostalgia que viene cuando estamos solos? Y si 16 y primera, es Miramar, hasta pude escuchar una música de lejos que siempre está ahí, con el viento y el mar, en esa esquina. Gracias! Todo esto es poesía, sin duda.
Verónica

Ernesto G. said...

Lo interesante de este escrito es que fue hecho allí, en esa esquina, hace cerca de veinte años. Lo encontré entre unas libretas que traje de Cuba. Solo eliminé algunos adjetivos que estaban de más (los peligros de la adjetivización en exceso). Me alegra que te haya gustado, Verónica.