I hear it was charged against me that I sought to destroy institutions.
But really I am neither for nor against institutions.
(What indeed have I in common with them? or what with the destruction of them?)
Walt Whitman
Para algunas cosas soy un mal conservador. Una de ellas es la preservación de las instituciones, las compañías, es decir, ciertos símbolos que la tradición nos impone. Creo en el mercado y el mercado es renovación. Muchas compañías, al expandirse gracias a su éxito, se empiezan a comportar como instituciones estatales. Se vuelven burocráticas, arrogantes; se creen invencibles. He ahí el error. Dejan de ser creativas, innovadoras, eficientes. Algo de eso le ha sucedido a las tres grandes que ahora andan pidiendo dinero. Aparte de ser una muestra de arrogancia que los automóviles híbridos y los vuelos comerciales no lograron enmascarar, es un acto anticapitalista. Lo que ha quedado claro es que estas compañías han dejado de ser rentables. Su “business model” ya no funciona. Si usted abra un negocio y fracasa, el gobierno no le presta dinero para que lo reabra y vuelva a fallar. Esa excesiva manipulación del mercado nos ha conducido a este callejón oscuro que tiene una salida, pero no es la que están buscando los ejecutivos de estas compañías. Dejemos que el mercado haga lo suyo. Tarde o temprano, las aguas retomarán su cauce. They always do.
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