Consumido el fondo denso de la ira,
hueles el vapor que se marcha lento,
cruzando paredes, detrás del viento,
fiándose de un mundo que siempre gira.
Todo lanzas al fuego, a esta pira
pero algo resiste en el sedimento,
algo escapa más allá del momento
en el que la silente llama expira.
Lo que escribes parte de las tinieblas
hacia el reino de una olvidada sombra.
Ese es tu dominio, el lugar que pueblas
con verbos vacíos que nadie nombra.
Dueño eres de este silencio de nieblas,
finalmente nada que es luz te asombra.
© Ernesto González, 2009
3 comments:
Vas a ir teniendo que pensar en reunir los versos en un volumen: como idea debías sopesarla. Saludos desde Atocha.
Estas pasando un momento poetico de mucha altura Ernesto, coincido con Chago, a leer eso, reunido y con luz.
Saludos
Chago, de acuerdo contigo. Saludos y gracias.
Chiquita, gracias por el halago. Y sí, habra que poner los textos juntos a la luz. Saludos.
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