sólo el tenue palpitar de tu risa
danzando sobre el agua, entre hierbas, mieles
y eternas decepciones
sólo el toque de mis manos subiendo por tu cuerpo,
entre polvos, heridas y agudas necedades
sólo el humilde pecado de amar
detonando en lo oscuro, entre gritos, cantos
y eternas alabanzas
© Ernesto González, 2009
2 comments:
Ay, qué lindo eso. ¿Es tuyo? Yo admiro mucho la poesía porque nunca me han salido más que versitos planos como una acera...Pero los tuyos tienen ángel.
Si, Teresa, es mio. Gracias por tu halago.
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