Thursday, November 13, 2008

Llaves oxidadas

rusty keys

En la plaza, un ruido de llaves oxidadas,

una luz que dobla la esquina,

se sienta en el parque

y les da migajas de pan a las palomas.

En la plaza, una campana en lo alto

que no suena,

que duerme su letargo,

quieta, distante, inerte…

Las gotas de lo que fue oleaje,

las chispas de un lejano relámpago,

la cáscara sonora del trueno ya adormecido.

La semilla marchita de la fruta

que germina en las hojas secas

del suelo en la plaza tan quieta,

unas llaves sin rumbo que desconocen

qué puertas abren

del mismo modo que el cuchillo

del cobarde

ha olvidado

el sabor de la carne.

4 comments:

Isis said...

Me ha gustado muchísimo.

Ernesto G. said...

Me agrada que a ti te haya gustado, Isis.

Verónica said...

Me parece muy bueno este poema. Y me gustó, me impresionó sobre todo su final.
Muchos saludos,
Verónica

Ernesto G. said...

Veronica, que bueno verte por aqui y me gusta que hayas encontrado este poema en tu visita. Saludos.