Comprendimos un poco tarde, tú y yo,
nos acercamos a esa luz verificadora,
armamos un mueble de aguas en las sombras,
edificamos un vacío con escarchas,
nubes dentro de nuestras cabezas,
retozos del fuego que se apaga,
marcas de silencio que se imantan.
Comprendimos un poco tarde, tú y yo,
que había un rayo en la noche oscura,
un suspiro de manos indiscretas,
partos de sangre, pactos de huellas
sobre la nieve que va cayendo
cuando nadie escucha y el roce se eterniza.
Comprendimos un poco tarde, tú y yo,
que la sombra sostiene el filo de la luz.
© Ernesto González, 2008
4 comments:
Gracias, por mantener viva la esperanza.
Saludos, Silvia
Gracias a ti, Silvia.
Un poema muy bonito, con filo.
Saludos,
Verónica
Gracias, Veronica. Saludos.
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